En un pequeño pueblo del Valle de Tena unos clientes de Carpe Diem han decorado su precioso chalet como un verdadero refugio de montaña: han elegido cada detalle con gusto y cariño. El resultado es una casita pirenaica llena de encanto, cálida y acogedora. Las paredes y los suelos cubiertos de madera infunden un precioso aire alpino a la vivienda. Lamparas, objetos de decoración y más detalles se han adquirido en nuestra tienda de Formigal. Publicamos unas fotos para compartir con todos este mágico rincón.